¿A quién no le apetece un cucurucho de castañas asadas?. Con la llegada del otoño las calles se llenan de ese olor tan familiar de castañas asadas, que puestas en un cucurucho te dejan las manos calentitas para un rato.
Lo mejor de todo es que ni siquiera engordan como se ha pensado siempre. En realidad es un alimento altamente energético por estar formado por hidratos de carbono y es el menos calórico de todos los frutos secos, por su bajo contenido en grasa y por la cantidad de agua que posee.
Son ricas en hierro, potasio y vitamina B. Además de aportar energía para protegernos del frío, son perfectas para deportistas y niños en proceso de crecimiento.