Para nosotros siempre fue un sueño el poder hacer de forma artesanal los licores y aguardientes de nuestros productos. En 1986 salieron las primeras botellas de aguardiente de cerezas del Valle del Jerte Kirsch, que se presentaron en sociedad en el I Salón del Gourmet en Madrid, con un éxito internacional espectacular.
Como colofón para nosotros, el 25 de marzo de 1991, inauguramos por fin la destilería de aguardientes de frutas, en un evento multitudinario, de la mano de Rodríguez Ibarra.