Un poco de nuestra historia
Al principio
Antiguamente en el Valle del Jerte la arboleda que más primaba era el castaño, por los distintos usos que se le podía dar a su fruto como era el engorde del cerdo y el consumo humano. A raíz de una enfermedad llamada tinta del castaño, se empezaron a plantar cerezos para dar un cambio a las precarias situaciones económicas de las familias de agricultores.
Para el desarrollo de la zona, se empezaron a vender las cepas por pueblos como Plasencia, Malpartida de Plasencia, Jaraíz de la Vera, Barco de Ávila, etc, todo ello a lomo de caballerías que tardaban días en llegar.
Primeras Cooperativas
Con el tiempo, en los años 40, se empezaron a mandar las cerezas en camiones a Madrid y Sevilla, con carreteras que nada tenían que ver con las de ahora. Por ese motivo el 14 de noviembre de 1945 se creó la primera cooperativa en Navaconcejo con el nombre de Cooperativa del Campo. Los inicios no fueron fáciles ya que, por entonces, los agricultores estaban acostumbrados a no fiarse de nadie, pero tuvieron que cambiar su mentalidad porque los problemas en el campo eran muchos y esta era la mejor forma de avanzar.
El 27 de octubre de 1961 el Ministerio de Agricultura aprobó varias cooperativas: Casas del Castañar, Jerte, Piornal, Rebollar, Tornavacas y Valdastillas. En 1964 Cabrero y Barrado y en 1978 Cabezuela. A lo largo de estos años, se fueron creando distintas cooperativas del Valle y la Vera por la necesidad de comercializar de forma conjunta para poder llegar a mercados más lejanos y sacar más rentabilidad a las cerezas y castañas, productos que siguen siendo los más representativos del Valle.
Lo que somos ahora
La cosa funcionó y se decidió crear algo mucho más grande. El 18 de marzo de 1974 se firmó por ello el Concierto Intercooperativo de las Sociedades Cooperativas Agrícolas del Valle del Jerte, formado por diez cooperativas del Valle del Jerte, embrión de lo que es ahora la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte, ya que la legislación vigente en aquella época no permitía las cooperativas de segundo grado.
Este duro trabajo en conjunto, nos ha permitido desarrollarnos hasta llegar a tener una posición puntera en el mercado, además de un prestigioso reconocimiento en toda Europa y en parte del Mundo.
Nuestro secreto: Calidad y trato cuidadoso con nuestros productos, acompañado de una mano de obra exquisita por parte de los agricultores, totalmente familiar, de la que vivimos y nos sentimos muy orgullosos, además de una zona inolvidable para los que nos visitan y los que tenemos el placer de vivir aquí.
Aquí os dejamos un vídeo con las fotos de entonces. Que las disfrutéis!
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